jueves, diciembre 5, 2024
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Lanzan carrera de posgrado para ayudar a empresas en innovación durante la pandemia

En la coyuntura actual, uno de los mayores desafíos que tienen los países, principalmente en América Latina, es cómo hacer de su tejido empresarial una fuente de competitividad y de crecimiento.

Estudios de la Unión Europea muestran que quienes optan por una educación para el emprendimiento elevan sus niveles de confianza y aspiracionales, incidiendo en aspectos como la iniciativa y el liderazgo.

Desde un punto de vista cuantitativo, los egresados de este tipo de formación muestran tres veces más capacidad de mantenerse en cargos de gerencia alta y media en las organizaciones, y reducen en un 25% la probabilidad de quedar desempleados. Además tienen una disposición tres veces mayor a crear sus propios negocios, ingresos 27% superiores, poseen 62% más activos y están más satisfechos con sus empleos (Charney & Libecap).

Bajo esta realidad, el CESA lanza el programa de Maestría en Emprendimiento e Innovación, MEI, que reta al estudiante a desarrollar un servicio validado y con capacidad de cubrir objetivamente una demanda del mercado.

“Nos encontramos en un escenario donde debemos responder a las dinámicas de competitividad que impone la globalización, y brindar las herramientas necesarias para que los profesionales cuenten con las cualidades idóneas que reclama el mercado laboral que se prevé con los cambios de este año 2020”, explica Roberto De la Vega Vallejo, director de Posgrados del CESA.

Este tipo de formación promueve rasgos como la autoeficacia, la autonomía, la propensión al riesgo, competencias que se requieren en los profesionales de hoy, pues inciden en crear una cultura para la innovación. Por tanto, se puede concluir que el emprendimiento se aprende y es posible formar a las personas para potenciar esta habilidad.

Desde el programa MEI, se abordarán problemáticas, posibles soluciones y se validarán modelos de negocio con capacidad de satisfacer necesidades, en un mercado complejo y que demandará mayores exigencias por los cambios  que traerá la economía mundial post covid-19.