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ESPECIAL: Pueblo retorna a la vida normal en medio de control y prevención regulares de COVID-19| Spanish.xinhuanet.com

BEIJING, 10 sep (Xinhua) — Después de quedarse en casa durante meses debido a la pandemia de COVID-19, Wang Jian experimentó una sensación diferente y especial al sostener una botella de cerveza helada al aire libre y relajarse con amigos en el Festival de la Cerveza de Qingdao, popularmente conocido como «el Oktoberfest de Asia».

A él se unieron más de 1,21 millones de visitantes a la gala de 17 días, más de la mitad de ellos llegados desde fuera de la ciudad costera de Qingdao, uno de los polos turísticos de la provincia oriental china de Shandong.

«Finalmente llegó el momento de relajarnos, un poco, después del estricto distanciamiento social. Parece que por fin podemos librarnos de las preocupaciones y decir adiós al encierro en casa», dice Wang.

Durante el festival, que se llevó a cabo el mes pasado, los aficionados a la cerveza pudieron probar más de 1.500 tipos de la bebida disponibles en el lugar y ver espectáculos de fuegos artificiales, entre otros. Durante el evento, la afluencia en los mercados, hoteles y restaurantes cercanos estuvo en el 92 por ciento de los niveles previos al brote del nuevo coronavirus.

En Beijing, el lunes 7 de septiembre regresaron a la escuela otros 520.000 estudiantes de primaria, con lo que todos los niños de los grados inferiores al 12 volvieron a las clases presenciales. Asimismo, a finales de la semana pasada comenzaron a reanudarse los vuelos internacionales a Beijing, la capital nacional, con pasajeros de ocho países.

En toda China, muchos bares y restaurantes están nuevamente llenos de gente. Los eventos con asistencia multitudinaria están retornando paulatinamente.

El regreso a una vida social normal apuntala la recuperación económica del país.

En un discurso pronunciado durante una ceremonia celebrada el martes en Beijing para condecorar a los modelos a seguir en la lucha contra la epidemia, el presidente chino, Xi Jinping, dijo que el país se ha convertido en la primera gran economía en volver a crecer desde el estallido de la pandemia y ha tomado la delantera a nivel mundial tanto en el control de la COVID-19 como en la recuperación económica.

Estadísticas oficiales muestran que las ventas minoristas de China en julio se situaron apenas un 1,1 por ciento por debajo de las del mismo mes de 2019.

Gita Gopinath, economista jefe del Fondo Monetario Internacional, tuiteó la semana pasada un gráfico que muestra crecimientos intertrimestrales del PIB del segundo trimestre no anualizados en una escala comparable. De todas las principales economías incluidas en el gráfico, solo China mostró un crecimiento positivo.

Si bien la pandemia ha golpeado a las empresas, China ha estado promoviendo una mayor apertura económica. En la Feria Internacional de Comercio de Servicios de China 2020, que se clausuró el miércoles en Beijing, el país prometió continuar facilitando el acceso al mercado en su sector servicios acortando aún más su lista negativa de inversión extranjera.

Una creciente lista de gigantes financieros occidentales, particularmente estadounidenses, también están expandiendo este año su presencia en China.

Goldman Sachs y Morgan Stanley han adquirido acciones mayoritarias en sus empresas mixtas en China. Citi ha recibido una licencia para la custodia de fondos nacionales, y BlackRock se ha convertido en el primer administrador de activos global en obtener la aprobación regulatoria para establecer una unidad de fondos mutuos.

A pesar de la reanudación de las actividades comerciales y sociales, China no ha bajado la guardia e implementó lo que denomina «medidas regulares de prevención y control de COVID-19», que exigen controles de temperatura en lugares públicos y el uso de mascarillas en el transporte público y otros espacios interiores.

Durante los últimos meses, y en diferentes momentos, se han descubierto focos de contagio de menor escala en Beijing, Xinjiang y Dalian. Los esfuerzos para hacer frente a los rebrotes, que incluyen cuarentenas, desinfección, rastreo de contactos, cierres selectivos y campañas de pruebas masivas, han demostrado ser efectivos.

Hasta el miércoles, la parte continental de China no había reportado ningún nuevo caso de coronavirus de transmisión local durante 25 días consecutivos, y el 94,37 por ciento de todos los casos habían sido curados, estadísticas que están muy por encima del promedio mundial.

Noticias Xinhua