Inflación en España cae un 0,4 por ciento en septiembre

Según los datos definitivos publicados este miércoles por el organismo estatal, en ese comportamiento de la inflación influyó la subida de los precios de la electricidad, frente a la bajada de 2019, y los paquetes turísticos, que disminuyeron menos que un año antes.

En sentido contrario, el INE destaca el abaratamiento de los carburantes, frente al aumento que experimentaron en igual lapso del año pasado.

Con el dato de septiembre, el IPC encadena seis meses de tasas negativas, una tendencia que de agravarse podría llevar a la nación ibérica a una peligrosa espiral de deflación.

La inflación pasó a territorio negativo en abril, a -0,7 por ciento, en pleno confinamiento decretado el 14 de marzo para luchar contra la Covid-19, la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.

En mayo el descenso fue del 0,9 por ciento, en junio se moderó hasta el 0,3 por ciento para pasar al 0,6 por ciento en julio y al 0,5 por ciento en agosto.

Por su parte, el índice de precios de consumo armonizado -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- situó su tasa interanual en el -0,6 por ciento, una décima más que en agosto.

La tasa anual de la inflación subyacente, que no incluye los precios de componentes más volátiles como los alimentos y la energía, se mantuvo en el 0,4 por ciento, con lo que se sitúa en positivo y ocho décimas por encima del IPC general.

El objetivo del Banco Central Europeo es mantener en el conjunto de la Eurozona una inflación ligeramente inferior al 2,0 por ciento, el nivel considerado como óptimo por la entidad emisora para favorecer la inversión y el empleo.

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