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Una mujer argentina se suicida después de que la Policía se negara a tomarle una denuncia por violencia de género

Publicado: 18 oct 2022 18:54 GMT

El caso desató una ola de protestas y el Gobierno de la provincia de Tucumán tuvo que remover a los efectivos.

El domingo pasado, Noelia Sosa, una mujer de 30 años y madre de dos hijos, acudió al mediodía a la comisaría de la localidad de Trancas, ubicada en la provincia argentina de Tucumán.

Les dijo a los policías que quería interponer una denuncia por violencia de género en contra de su pareja, quien acababa de golpearla. Ellos le respondieron que en ese momento no podían hacer el trámite, que había que esperar al oficial de guardia y que volviera por la tarde.

Pero Sosa ya no regresó porque, en cuanto estuvo de nuevo en su casa, se suicidó.

El caso desató una conmoción porque demostró otra vez la falta de capacitación en violencia de género de las fuerzas de Seguridad, en un país en el que cada 29 horas una mujer es víctima de femicidio, en la mayor parte en manos de sus parejas o exparejas.

Ernesto Campos, cuñado de Sosa, fue el representante de la familia que enfrentó a los medios. Contó que, cuando los policías le dijeron que no podían hacer nada, ella les suplicó que la ayudaran porque su pareja la estaba esperando afuera y podía volver a agredirla.

«Les dijo a los uniformados que ella no podía salir de ahí porque tenía miedo de que le hiciera algo malo», recordó el hombre entre lágrimas. De nada sirvieron sus ruegos, así que tuvo que volver a su casa. Y se ahorcó.

«No entiendo por qué no hicieron nada, ella estaba muy mal, la noté como rendida, que no había nada que pudiera hacer», dijo Campos, quien estuvo con Sosa a su regreso de la comisaría.

Reacciones

Uno de los detalles más frustantes para la familia es que, después de la tragedia, se enteraron de que el hombre había denunciado días antes a Sosa por una supuesta agresión. A él sí le iniciaron el trámite.

Campos explicó que, días antes de morir, la víctima les contó que, durante una de las peleas, alcanzó a rasguñarle los brazos a su pareja. Con esas heridas, él declaró ante la Policía que ella lo había agredido. También afirmó que tenía problemas mentales.

Por el contrario, las amigas de Sosa contaron que su pareja la obligaba a tomar pastillas para dormir y la encerraba en el baño para que no saliera a la calle. La quería controlar.

Después de que se dieron a  conocer los pormenores del caso, se realizaron protestas masivas en la comisaría, en la sede del Gobierno municipal y en la casa del acusado.

El escándalo fue tal, que el ministro de Seguridad y Policía de Tucumán, Eugenio Agüero Gamboa, anunció este martes la remoción de toda la comisaría. También se reunirá con la familia de la víctima.

«Iremos a darles nuestras condolencias porque es un hecho lamentable, les vamos a explicar cuál es la situación, que estamos a disposición de ellos. La fuerza policial está a disposición de la familia y la justicia para investigar, iremos hasta las últimas consecuencias», prometió al asegurar que el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, está «muy preocupado» por el caso.

RT espanol