Un viaje a los orígenes literarios del cyberpunk
Es probable que el lanzamiento del esperado videojuego Cyberpunk 2077 haya puesto nuevamente este concepto de moda, independiente del fracaso en el que terminó convertido el título de CD Projekt.
A comienzos de año, todos hablaban del cyberpunk y llegó a parecer que se trataba de algo reciente, sin embargo, hay que remontarse un par de décadas para dar con el origen de este término.
En 1980, el escritor Bruce Bethke publicó su cuento que retrataba a un grupo de jóvenes punk amantes de las computadoras. Al momento de pensar un título, buscó algo que mezclara tecnología y rebeldía. Por supuesto, en algún punto dio con cyberpunk y le encantó cómo sonaba.
Hubo que esperar hasta 1984 para que el concepto englobara la idea que conocemos hoy. Aquello llegó con la novela Neuromancer, de William Gibson, quien precisamente nació un 17 de marzo, pero de 1948.
La novela narra la historia de un hacker que trabaja para una compañía robando información, y es infectado con un virus que no le permite conectarse al ciberespacio global, es decir, a la Matrix.
A partir de Neuromancer, el cyberpunk pasa a ser considerado un subgénero de la ciencia ficción y pavimenta el surgimiento de nuevos escritores que profundizan el concepto.
También marca un cambio profundo respecto a la ciencia ficción de las décadas anteriores, marcada por una excesiva preocupación por las invasiones alienígenas.
¿Qué muestra el cyberpunk?
Este subgénero exhibe una sociedad altamente desarrollada en términos tecnológicos, sin embargo, también evidencia un pesimismo por parte de los grupos más marginados.
No todos han formado parte de los beneficios tecnológicos, lo que ha terminado por incrementar la brecha entre las distintas clases sociales.
El cyberpunk presenta una visión pesimista y sin esperanza de la excesiva intromisión de la tecnología en la vida de las personas, es por esto que siempre se afirma que sus contenidos poseen una marcada mirada crítica y política.
En varias entrevistas, el mismo escritor William Gibson ha dejado en claro la visión poco alentadora sobre la tecnología que entrega el cyberpunk:
“El futuro ya está aquí. Lo que pasa es que no está distribuido con justicia”.