viernes, noviembre 22, 2024
Internacionales

Lo que decía Maradona sobre su propia muerte

El ídolo deportivo imaginó incluso el epitafio que querría poner en su lápida.

Diego Armando Maradona se convirtió en leyenda mucho antes de su muerte. Sus hazañas deportivas, su manera inigualable de jugar al fútbol y su personalidad avasallante hicieron que muchos —incluso él— se preguntaran cómo sería el día en que el máximo ídolo deportivo de Argentina dejara este mundo. 

Los problemas de salud del ’10’ luego de dejar el deporte, así como sus constantes excesos, hicieron que varias veces su vida corriera peligro. Finalmente, cuando parecía que se recuperaba sin sobresaltos de una operación en la cabeza por un edema cerebral, Maradona murió, a los 60 años, sumido en una fuerte depresión que lo aquejaba desde hacía meses, y que lo volcó al consumo de alcohol y pastillas. 

«Si me muero, quiero volver a nacer y quiero ser futbolista. Y quiero volver a ser Diego Armando Maradona. Soy un jugador que le ha dado alegría a la gente y con eso me basta y me sobra», decía Diego en una entrevista con un medio argentino, en 1992.

Gracias a la pelota

Como si se tratara de un cuento de ciencia ficción, el astro también fue consultado sobre el tema por él mismo, en un juego televisivo que se permitió en su propio programa, ‘La noche del Diez’ (2005), en el que Maradona era entrevistado por Maradona. 

«Si tuvieras que decirle unas palabras en el cementerio a Maradona, ¿qué le dirías?«, fue la pregunta de un Diego Armando que vestía saco al otro, que llevaba sudadera. 

La respuesta fue simple, y habla de su eterno agradecimiento al deporte que le dio incontables alegrías, y que le permitió salir de la pobreza que atravesó en su niñez, tanto él como su familia.  

«Gracias por haber jugado al fútbol, porque es el deporte que me dio más alegría, libertad, es como tocar el cielo con las manos. Gracias a la pelota. Sí, pondría una lápida: Gracias a la pelota«, contestó. 

En la misma ‘auto entrevista’, Maradona se preguntó qué le gustaría que le dijera Claudia Villafañe, su exesposa y madre de sus dos primeras hijas, Dalma y Giannina, el día de su muerte. «Aunque estés muerto, te sigo amando«, contestó.    

Aunque poco feliz, también hizo una referencia a cómo se imaginaba el fin de su legendaria vida. «Déjenme vivir mi vida, no quiero ser un ejemplo. Tampoco muerto encontraría paz. Me utilizan en vida, y encontrarán el momento de hacerlo estando muerto«, presagió. 

RT espanol