La derecha española arremete contra el rey por proponer a Sánchez a la investidura

Publicado: 4 oct 2023 17:19 GMT

Desde el sector monárquico acusan al Jefe del Estado de blanquear el terrorismo, de dar la oportunidad a los «enemigos de España» y de quebrar los cimientos de la institución que representa.

La designación de la discordia. El martes de esta semana, el rey de España, Felipe VI, propuso previsiblemente al presidente en funciones y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, como candidato para la próxima sesión de investidura en el Congreso de los Diputados, lo que ha tenido un efecto colateral inesperado.

Una parte de la ciudadanía de la derecha ideológica se ha enfadado con el monarca, al que ha bautizado como «Felpudo VI» ó «Felpudo uve palito», para renegar de su condición de monárquicos. Otros han llegado incluso a tachar al rey de tener cercanía a posiciones filoetarras.

Por su parte, los tuiteros de izquierda han inundado la red de memes sobre la situación, muchos de ellos ironizando sobre la posibilidad de que llegue la anhelada República con la ayuda menos esperada.

Otras personas han puesto el foco en las incoherencias de una parte de la derecha que se llama constitucionalista, pero no respeta los aspectos de la Constitución que no le gustan; monárquica, pero solo si el rey actúa de acuerdo a sus deseos; o demócrata, pero sin aceptar el juego democrático reglado por la Carta Magna.

Llegan los monárquicos republicanos

Después de que Sánchez convocara a elecciones anticipadas ante la debacle socialista en los comicios regionales de mayo y el sorpresivo resultado de las urnas, en julio pasado, cuando todas las encuestas daban casi la mayoría absoluta al conservador Partido Popular (PP), España contempla ahora el fenómeno de los «monárquicos republicanos».

La mayoría no vio venir que fuese precisamente Felipe VI, figura intocable para los conservadores del país, quien provocara el enfado del sector monárquico, como quedó en evidencia después de que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, hiciera el anuncio sobre la designación de Sánchez.

El propio mensaje de la Casa Real para informar de la propuesta, mediante un comunicado, se llenó con miles de respuestas de indignación de parte de los conservadores.

En algunas de las publicaciones se acusa al monarca de ser cómplice del blanqueo de la banda terrorista ETA; de permitir a los «enemigos de España» que les roben el país; de haber hecho más por la República en un día que los partidos republicanos en años; y de ser el causante del principio del fin de la Monarquía.

Los internautas también han acuñado un apelativo para la reina Letizia, que también ha sido muy utilizado desde este martes. Así, muchos se han referido a ella como Sarah Connor, la musculada madre de John Connor, el protagonista de la saga Terminator.

Las críticas llegan por la hipotética amnistía a los involucrados en el referéndum de autodeterminación ilegal, celebrado en Cataluña en 2017, que los partidos catalanes independentistas exigen a Sánchez a cambio de sus votos.

La izquierda se suma a los memes

La situación ha hecho que muchos tuiteros de izquierda se hayan apuntado al carro de los memes. «Si por estos se instaura la III República me voy a estar riendo hasta el fin de los tiempos», decía uno. 

Además de los memes, muchos ciudadanos han dejado constancia de lo divertida que les parecía la situación, compartiendo imágenes de gente comiendo palomitas, en alusión a lo entretenido que les resultaba el nuevo escenario.

Una función Constitucional

Lo cierto es que a pesar de los mensajes aludiendo a supuestas responsabilidades o a la voluntad del monarca, sus funciones están estrictamente tasadas en la Constitución.

El español se trata de un rey que reina, pero no gobierna, y cuyos actos deben estar refrendados por una autoridad emanada de la voluntad popular.

En el supuesto actual, la Carta Magna establece que tras la consulta con los voceros designados por los grupos políticos con representación legislativa, el monarca propone a un candidato a la Presidencia del Gobierno.

Así lo hizo después de las elecciones de julio cuando, al constatar que ningún candidato reunía las mayorías necesarias para investirse, designó al candidato que había obtenido un mayor número de votos, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Tras el fracaso de Feijóo y la celebración de una nueva ronda de consultas, Felipe VI designó este martes al segundo candidato con más votos.

En ningún caso está facultado para disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones, como pedían algunos, algo solo reservado al Presidente del Gobierno, o que sucede automáticamente si durante dos meses no se logra ninguna investidura exitosa tras la primera votación.

Después de la designación del rey, Sánchez comenzó esta jornada sus conversaciones con el resto de partidos políticos, excluyendo al ultraderechista Vox, para conseguir los apoyos a una investidura que todavía no tiene fecha, pero que se celebrará antes de que finalice noviembre.