jueves, noviembre 21, 2024
SaludTecnologia

Informe revela quiénes están detrás de los virales antivacunas

Internet y las redes sociales se han convertido en un espacio utilizado por personas irresponsables que se han dedicado a propagar información sin verificar sobre las vacunas para combatir el COVID-19.

A menudo, estas personas se autoproclaman como una especie de iluminados que son los únicos capaces de acceder al conocimiento, sin embargo, un nuevo informe revela que ellos no son más que un instrumento utilizado por un grupo más poderoso.

Dos organizaciones sin fines de lucro han publicado un documento que expone quiénes están detrás de estos mensajes que se comparten en redes sociales.

De acuerdo al Center for Countering Digital Hate (CCDH) y la Anti-Vax Watch, muchos de los grupos antivacunas que operan en las plataformas sociales trabajan para 12 personas poderosas conocidas como “La docena de la desinformación”.

El trabajo ha analizado más de 812,000 publicaciones con contenido antivacunas que ha aparecido en Facebook y Twitter entre el 1 de febrero y el 16 de marzo de 2021.

Muchos de estos mensajes pueden cambiar de formato o imagen, pero son básicamente los mismos. De hecho, los autores originales también corresponden a las mismas personas.

Según el informe, el origen de 65 por ciento de todos los mensajes antivacunas se remonta a las cuentas online de 12 personas.

Se trataría de Joseph Mercola (empresario que fabrica suplementos alimenticios), Robert F. Kennedy Jr (sobrino del expresidente, vocero del movimiento antivacunas), Charlene Bollinger (activista de la medicina alternativa), Sherry Tenpenny (autora de libros que se oponen a la vacunación), Rizza Islam (influencer), Rashid Buttar (defensor de la medicina alternativa), Erin Elizabeth Finn (difusora de teorías conspirativas), Sayer Ji (escritor y vendedor de remedios alternativos), Kelly Brogan (psiquiatra holística), Christine Northrup (defensora de teorías conspirativas y miembro de QAnon), Ben Tapper (asociado a diversos grupos de extrema derecha) y Kevin Jenkins (activista antivacunas afrodescendiente).

“Existe un pequeño grupo de individuos que son figuras públicas a la vista de todos. Ninguno de ellos tiene experiencia médica de relevancia, pero sí que tienen sus bolsillos relacionados con el tema y abusan de las redes sociales para tergiversar la amenaza del COVID-19 y difundir desinformación sobre vacunas. Esta desinformación supone una amenaza directa a la salud pública”, explica un comunicado del CCDH.

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