Descubren cómo un naufragio de la Segunda Guerra Mundial ha alterado la microbiología marina durante 80 años
Publicado: 18 oct 2022 09:14 GMT
El naufragio del V-1302 John Mahn, un barco alemán hundido por las tropas británicas frente a las costas belgas, continúa filtrando agentes tóxicos al fondo del mar del Norte.
Si bien es cierto que una embarcación hundida puede convertirse en el hogar de cientos de especies marinas, e incluso fomentar el afloramiento de arrecifes de coral, cuando se trata de naufragios militares la historia puede ser muy diferente. Estos, por lo general, suelen ser un amasijo de metales retorcidos, viejas bombas sin explotar y residuos tóxicos. Son elementos que, al entrar en contacto con el medio, alteran durante décadas la microbiología y la geoquímica del fondo oceánico.
En este contexto, un equipo de investigadores descubrió que el naufragio del V-1302 John Mahn, un arrastrero alemán hundido por las tropas británicas frente a las costas belgas durante la Segunda Guerra Mundial, continúa modificando significativamente las condiciones del fondo del mar del Norte sobre el que yace, incluso 80 años después del hundimiento, de acuerdo a una nueva investigación publicada en Frontiers in Marine Science.
Para examinar la bioquímica y la geoquímica del sitio, los académicos tomaron muestras del casco de acero, así como de sedimentos alrededor de la embarcación.
Afectaciones de larga duración
Tras analizar las muestras, los expertos encontraron metales pesados, como níquel y cobre, químicos nocivos hallados en los hidrocarburos, así como arsénico y compuestos explosivos. Las mayores concentraciones de contaminantes fueron detectadas en las áreas cercanas a las carboneras del arrastrero.
Estos elementos no solo han transformado la composición química de los sedimentos, también ha influido en la composición del microbioma del lugar. Según detallan los expertos, se registró un número elevado de microrganismos degradadores de hidrocarburos aromáticos policíclicos, así como la proliferación de bacterias reductoras de sulfato, responsables de corroer el casco de acero.
«De hecho, su avanzada edad [del John Mahn] podría aumentar el riesgo medioambiental debido a la corrosión, que está abriendo espacios antes cerrados. Por tanto, su impacto medioambiental sigue evolucionando», comentó Josefien Van Landuyt, coautora de la publicación.
«Solo hemos investigado un barco para tener una mejor visión del impacto total de los naufragios en el mar del Norte. Habría que tomar muestras de un gran número de naufragios en varios lugares», remarcó Van Landuyt al insistir en la necesidad de continuar con este tipo de investigaciones.
RT espanol