Turbos: ¿por qué se volvieron tan populares? Aquí 5 razones
No mucho tiempo atrás, y pasando el año 2000, aún se podían ver motores de gran cilindrada y niveles de potencia “elevados” para aquellos estándares, por ejemplo: un V8 de 4.6 litros con 260 caballos, V6 de 3.1 con 140 hp y eso era más que suficiente para divertirse en grande. Ahora un cuatro cilindros de 2.0 litros y 200 hp pareciera ser un auto lento, pero, ¿cómo se logró eso? Fueron los turbos.
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Más potencia con menos cilindrada
Puedes tener un motor de apenas 1.2 litros, tal vez uno de solo tres cilindros y 1.5 litros, que, gracias a la ayuda de un turbo, te brinda 136 caballos o más, por ejemplo: el Mini Cooper. El tener un turbocargador en tu motor, te ayuda a que con apenas unos cuantos centímetros cúbicos, tengas altas cifras de potencia.
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Bajo consumo y altas prestaciones
Un motor con turbo de da lo mejor de dos mundos. Dado que el turbo empieza a soplar en los alrededores de 2,000 revoluciones por minuto del motor, mientas uses tu auto por debajo de este régimen, el consumo puede bajo, pero al momento de requerir potencia, basta con hundir el pedal del acelerador para que tu vehículo empuje de forma contundente, entonces, ahora tienes un auto rápido y claro, que consume un poco más. Tu decides, andar tranquilo y económico o rápido y con mayor consumo. Aquí aplican restricciones, no esperes que el motor W16 con cuatro turbos de un Chiron te brinde 36 millas por galón.
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Menos espacio, menos peso
Al requerir menos cilindrada para obtener potencia, el bloque del motor será de menor tamaño: es muy diferente el volumen que ocupa y el peso que tiene un motor de 3.0 litros que el de uno 2.0; por lo cual, se utiliza menos espacio en el vano del motor; esto reduce dimensiones y al tener menos peso que cargar, se disminuye consumo y mejora prestaciones.
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No se afecta el desempeño según la altura
Los motores sin turbo sufren conforme aumenta la altura sobre el nivel del mar, al tener menos oxígeno para hacer la combustión, tienen pérdidas de caballaje, podríamos generalizar que pierden un uno por ciento de potencia por cada 328 pies (100 m) de altura.
Un auto turbocargado, al introducir aire a presión al cilindro, no le afecta de forma significativa la altura. Por lo tanto, el desempeño de tu auto será similar en la costa que en una carretera de montaña.
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Menos emisiones
Al tener menores dimensiones, el motor quema menos combustible, por lo cual hay menor generación de gases contaminantes. Si a esto le agregamos los últimos sistemas de auto start/stop e hibridaciones, se vuelven autos más amigables con el medio ambiente.
Desventaja: con ese bello silbar al tomar aire y luego el adictivo sonido que realiza la válvula de descarga, vas a querer conducir más rápido todo el tiempo. No te preocupes, esto se escucha solo en los que son un poco más deportivos, en tu SUV del día a día o en tu elegante Rolls Royce, difícilmente escucharas esos ruidos (que lástima).
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