domingo, noviembre 24, 2024
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Pioneras en México: las seis mujeres que aspiraron a la presidencia antes de Sheinbaum y Gálvez

Por primera vez en la historia de México, dos mujeres lideran la carrera rumbo a las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 2 de junio del próximo año.

Se trata de Claudia Sheinbaum, la dirigente de izquierda y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México que ganó la elección interna de la coalición que encabeza el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, y que va en alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Su principal contrincante es la dirigente de derecha y senadora Xóchitl Gálvez, quien obtuvo la postulación del Frente Amplio por México, la alianza opositora que formaron los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).

Una de ellas se convertirá en 2024 en la primera mujer presidenta de la historia de México.

Pero esta aspiración ya la tuvieron antes otras seis líderes políticas que, en campañas más o menos controvertidas y en diferentes circunstancias históricas, se postularon para tratar de llegar a Palacio Nacional.

La primera fue Rosario Ibarra de Piedra, una activista de derechos humanos que tenía a un hijo desaparecido por la represión estatal y que participó en las presidenciales de 1982. Todavía eran los tiempos del invencible PRI, el partido único que gobernó el país durante siete décadas de manera consecutiva.

Ese año, en elecciones que todavía eran más bien una simulación porque estaba garantizado el triunfo del candidato priísta, De Piedra obtuvo solo el 1,7 % de los votos. Fue suficiente para abonar a la construcción de un sistema democrático.

En los comicios siguientes, en 1988, De Piedra se postuló por segunda ocasión. Quedó en quinto lugar, pero en los años siguientes continuó una ejemplar carrera política que la llevó a ser diputada y senadora.

Antes de morir en abril de 2022, a los 95 años de edad, también fue postulada en cuatro ocasiones al Premio Nobel de la Paz.

Trayectorias

En las elecciones de 1994, de manera inédita, hubo dos candidatas presidenciales: Cecilia Soto, del Partido del Trabajo; y Marcela Lombardo, del Partido Popular Socialista (PPS). Alcanzaron, respectivamente, 2,7 % y 0,4 % de los votos.

Soto, una dirigente feminista que para entonces ya había sido diputada, continuó luego su trayectoria como embajadora de México en Brasil, cargo que el expresidente conservador Vicente Fox le ofreció en 2001.

Después de un lapso fuera de los reflectores políticos, Soto asumió en 2016 como diputada de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y, dos años más tarde, ganó una diputación nacional.

Lombardo, por su parte, provenía de una legendaria familia de la izquierda mexicana, ya que era hija de Vicente Lombardo Toledano, líder sindicalista y fundador del PPS. Antes de postularse a la presidencia, ya había sido diputada en dos legislaturas (1976 y 1988). Falleció en 2018, a los 91 años.

En 2006 fue el turno de Patricia Mercado, una economista que había liderado los partidos Socialdemócrata y México Posible y que, en su candidatura presidencial, obtuvo el 2,7 % de los votos.

Más tarde, en 2014, se sumó al gabinete del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para ocupar la Secretaría del Trabajo y, luego, la Secretaría de Gobierno. En 2018 ganó una senaduría y sigue siendo una de las líderes políticas con peso en el país.

Contrastes

Las candidaturas presidenciales de mujeres tuvieron un parteaguas en 2012, con la postulación de Josefina Vázquez Mota, la abanderada del conservador Partido Acción Nacional que logró quedar en tercer lugar con el 26 % de los votos.

Ese resultado la convirtió en la mujer que, hasta ahora, ha alcanzado el mayor respaldo ciudadano en una elección presidencial.

La economista había iniciado su carrera política en el año 2000, cuando Fox la incorporó a su gabinete como secretaria de Desarrollo Social. En el sexenio siguiente, durante la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), fue designada secretaria de Educación Pública.

Ya con el PAN fuera del poder, Vázquez Mota ganó primero una diputación y luego una senaduría que tiene fecha de vencimiento en 2024.

En 2018, Margarita Zavala fue la única mujer que compitió por la presidencia. Lo hizo como «independiente», ya que para entonces ya había renunciado al PAN, el tradicional partido de derecha en el que tanto ella como su marido, el expresidente Felipe Calderón, habían militado toda la vida.

Su candidatura fue un fracaso. Zavala, quien había sido asambleísta del Distrito Federal y diputada antes de convertirse en primera dama, quedó en último lugar con el 0,6 % de los votos.

En su contra jugó el escándalo por las anomalías en al registro de firmas con las que avaló su candidatura pero, sobre todo, el saldo negativo de la presidencia de Calderón, el mandatario que inició una guerra contra el narcotráfico que solo exacerbó la violencia y que, hasta hoy, sigue dejando un saldo negativo de cientos de miles de víctimas.

RT espanol