La Justicia de Bolivia investiga el posible encubrimiento de un sacerdote español que abusó de más de 80 menores

Publicado: 5 may 2023 01:06 GMT

Alfonso Pedrajas falleció en 2009, pero dejó pruebas contundentes en un diario íntimo en el que confiesa haber violado niños en instituciones educativas.

La Justicia de Bolivia inició una investigación para determinar si la Iglesia encubrió los múltiples abusos cometidos por el fallecido sacerdote español Alfonso Pedrajas Moreno, quien durante su misión en Bolivia abusó sexualmente de más de 80 menores, según indican sus propias confesiones.

Pedrajas, también conocido como ‘Padre Pica’, murió en 2009 en el país sudamericano, al que llegó en 1961 junto con varios voluntarios jesuitas. Antes de establecerse definitivamente en Bolivia, el religioso pasó seis años en Perú y Ecuador, donde se formó como estudiante de Arte, Literatura, Historia, Latín, Griego y Filosofía. 

Tras una investigación iniciada en 2018 por el diario español El País, se conoció que el cura cometió numerosas violaciones de niños mientras trabajaba como docente y autoridad en diversos centros educativos, principalmente en Cochabamba.

«He sido un degenerado»

Pero la prueba contundente llegó de la mano del sobrino de ‘Pica’, Fernando Pedrajas, quien definió a su tío como un «depredador sexual». Según reveló esta persona, al morir Alfonso Pedrajas todas sus pertenencias fueron enviadas a España. Entre ellas, una computadora que contenía una suerte de diario íntimo del sacerdote, bajo el título ‘Historia’, que comenzó a escribir en 1960.   

Allí, el ‘Padre Pica’ relata los abusos que cometió contra decenas de niños. Esta prueba fue entregada al periódico español para que fuera difundida. En el mismo testimonio, el religioso también admite que las autoridades eclesiásticas lo encubrieron a pesar de haber recibido denuncias de algunas de sus víctimas.

«Hice daño a mucha gente (¿a 85?), a demasiados», dice el sacerdote español en los escritos, y reconoce ser «un degenerado (¿o un enfermo atrapado?)». 

Investigación en curso

Este martes, el procurador general del Estado boliviano, Wilfredo Chávez, anunció que realizaría gestiones para solicitar información a cinco instituciones religiosas para documentar una denuncia penal contra los presuntos encubridores del sacerdote, presentación que se materializó al día siguiente en Fiscalía de La Paz.

En la misma jornada, la Iglesia Católica, por intermedio de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), emitió un comunicado en el que pidió «perdón» por los abusos sexuales cometidos por el extinto cura jesuita, aunque pidió «no politizar el tema». 

«Como Iglesia condenamos estas acciones, nos solidarizamos con las víctimas que han sufrido hechos de abuso sexual, les pedimos perdón, y les manifestamos que compartimos su sufrimiento y decepción por estos graves hechos que han marcado sus vidas y han sido causa de profundo dolor», indicaron. Además, se comprometieron a colaborar con una investigación «transparente e imparcial».  

Además, la Compañía de Jesús en Bolivia, le entidad jesuita a la que pertenecía el cura pederasta, decidió  suspender «de manera inmediata» a quienes fueron provinciales —el cargo más alto de la congregación en el país— de la época de la que datan los abusos, para «realizar una investigación sobre sus actuaciones en el caso».

Contra los encubridores

En medio del revuelo que generó el caso en Bolivia, exalumnos del Colegio Juan XXIII de Cochabamba, uno de los que dirigió Pedrajas, emitieron un comunicado en el que denuncian que hubo encubrimiento del cura por parte de miembros de la institución.

El procurador Chávez aseguró que las investigaciones iniciadas por la Justicia de Bolivia apuntarán principalmente a los encubridores del sacerdote fallecido.

«Obviamente el principal responsable ya no vive, pero existen personas que han conocido y en su momento han encubierto y hay que dar con esas personas para que tengan su sanción penal. Paralelamente buscar la reparación de las víctimas, que es algo natural», afirmó.