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Incineraron en Perú el cadáver de exjefe de Sendero Luminoso

24 de septiembre de 2021, 8:51Lima, 24 sep (Prensa Latina) El cadáver del exjefe de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, fueron incinerados esta madrugada en el crematorio del Centro Médico Naval, luego de 13 días de que el condenado a prisión perpetua amaneció muerto en prisión.

Asistieron a la cremación los ministros de Justicia, Aníbal Torres, e Interior, Juan Carrasco, así como el fiscal a cargo del caso y que dio ayer la orden de aplicar el procedimiento en un plazo de 24 horas, en virtud de una ley dictada para el efecto.

La norma dispone que los restos de líderes o dirigentes de grupos terroristas muertos en prisión sean incinerados y sus cenizas dispersadas en secreto, el que se aplicaría a todo el procedimiento.

Sin embargo, la orden del fiscal se hizo pública y el retiro del cadáver de la morgue del vecino puerto del Callao, para su cremación en el cercano Centro Médico Naval, fue materia de un amplio despliegue periodístico.

Previamente, numerosos policías, incluyendo miembros de una unidad de élite, resguardaron la morgue desde muchas horas antes de ejecutarse el procedimiento, aprobado por el Parlamento sin consenso.

Legisladores del partido gobernante, Perú Libre, votaron en contra por considerar que la ley tenía carácter retroactivo, lo que prohíbe la constitución, y porque fue ignorado su pedido de que se incluya a los responsables de alto nivel de muertes, desapariciones y otros crímenes de Estado como los cometidos en la llamada guerra interna desatada por Sendero Luminoso en 1980.

Guzmán murió un día antes del 29 aniversario de que fue capturado, sin ofrecer resistencia, en una casa de seguridad de un barrio residencial limeño; tras lo cual llamó a los militantes de Sendero Luminoso a dejar las armas y actuar en la política legal.

Del grupo armado solo quedan el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales, que buscó en vano la libertad de Guzmán y la libertad tanto de los senderistas como de los militares encarcelados por crímenes de lesa humanidad, y un grupo armado disidente que actúa esporádicamente en un agreste territorio del centro del país.

Días antes de la muerte de Guzmán, su esposa, Elena Yparraguirre, también condenada a prisión perpetua, pidió a la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, que se investigue lo que considera presunto asesinato del preso, descartado en la necropsia.

La muerte de Guzmán desató exasperadas reacciones y, según denuncias de fuerzas de izquierda, fue aprovechada para intensificar una campaña de medios de prensa y políticos derechistas, para acusar de terroristas a las fuerzas de izquierda y hasta al gobierno del presidente Pedro Castillo.

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Prensa Latina