Experto: «Gorbachov es una figura histórica muy importante, irrepetible en muchas generaciones a nivel mundial»

Publicado: 31 ago 2022 00:16 GMT

El que fuera el último mandatario de la Unión Soviética falleció en la noche de este martes a la edad de 91 años.

Mijaíl Serguéievich Gorbachov, el último mandatario de la Unión Soviética, falleció este martes a la edad de 91 años. Para analizar su trayectoria y su figura hemos conversado con Ramón Fusté Guillén, escritor especializado en geopolítica.

«Gorbachov es una figura histórica muy importante para la Federación Rusa y para todos los países que, aunque no conformen ya la Unión Soviética, en su momento sí lo hicieron», explicó. «Para mí es un hombre que simboliza lo mejor de la Unión Soviética, precisamente en momentos difíciles que llevaron al final de esta gran superpotencia», añadió.

El experto indicó que en los últimos años de la URSS, el dirigente político tomó una serie de medidas para intentar abrir y modernizar el país, lo que desembocó en una «lucha cruel» entre el Gobierno que lideraba, los miembros del último Parlamento que querían disolver la Unión Soviética, y los halcones del Ejército.

«Maestro de maestros»

«Esa lucha entre esas tres partes acabó en un desastre total que se llevó por delante todo», continuó. «No hubo un cambio de un sistema a otro, hubo la destrucción de un país, de un gran, enorme país, que funcionaba con sus problemas, como todos […] Después de eso se inició una época oscura de hundimiento total, sin freno», agregó, asegurando que el Gobierno liderado por Yeltsin «fue un desastre absoluto».

Fusté Guillén considera que Gorbachov fue una «figura entrañable, un hombre honesto, un hombre del que te podías fiar», «un maestro de maestros, una figura irrepetible en muchas generaciones a nivel mundial». En este sentido, recordó que fue engañado por EE.UU., que prometió que la OTAN no se ampliaría «ni una sola pulgada» hacia el este, compromiso cuyo incumplimiento considera que es la causa de gran parte del desastre geopolítico que estamos viviendo en la actualidad.

Asimismo, valoró positivamente el papel del que fuera el único presidente soviético en las relaciones entre Moscú y Washington. A este respecto, destacó que negoció e hizo concesiones en aras de reducir la cantidad de armas nucleares que había en ese momento en el mundo, para lo cual logró crear confianza entre Rusia y EE.UU. en un contexto de gran tensión geopolítica.

Reconoció los problemas

Cuando se le preguntó sobre las críticas hacia la figura de Gorbachov, explicó que, tras convertirse en el líder supremo del país en 1985, reconoció los problemas que existían, en lugar de esconderlos. Esto, aun cuando durante su mandato no contó con el apoyo del Parlamento para llevar a cabo las reformas que quería implementar.

En su opinión, muchos miembros de ese Parlamento y algunos actores extranjeros no estaban interesados en que el socialismo que proponía Gorbachov triunfase. «Si hubiese triunfado, tendríamos ahora un socialismo de mercado en la Federación Rusa y en la Unión Soviética, que no hubiese desaparecido, con una potencia económica similar y con un futuro similar al que tiene la República Popular China», aseveró. 

Por otro lado, Fusté Guillén explicó que en el tramo final de la URSS, antes de su desintegración como Estado, el líder político —oriundo de la localidad rusa de Privólnoye, en la región de Stávropol— no pudo implementar sus políticas, pero seguía siendo el presidente del país, razón por lo que era muy fácil echarle la culpa de lo que estuviera mal.

Además, comentó que tras desaparecer la Unión Soviética «los radicales de Yeltsin» coparon todo el poder y establecieron una especie de «dictadura» en la que era muy difícil, desde los medios de comunicación, promover una alternativa a su persona, por lo que resultaba imposible que Gorbachov llegara de nuevo al poder.

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