El iPhone antes del iPhone: cómo era el teléfono de infoGear
Cuando Steve Jobs anunciaba el lanzamiento del iPhone en enero de 2007, el teléfono de Apple que fijó el rumbo de la tecnología móvil en los últimos años con seguridad ignoraba que una pequeña compañía estadounidense se había adelantado una década.
En 1996, el acceso a internet estaba limitado a universidades y pocas empresas, el correo electrónico era una tímida amenaza para el fax, la forma más inmediata para enviar documentos de manera remota, y los celulares más avanzados eran el Nokia 1610 y el Motorola StarTAC.
Fue en este escenario cuando infoGear, una compañía fundada por los informáticos Bob Ackerman y Dimitris Paraskevopoulos, se embarcó en el desafío de diseñar un dispositivo que integrara servicios telefónicos basados en la web. El 20 de marzo de 1996 patentaron la marca “iPhone”.
El proyecto Mercury
Ackerman y Paraskevopoulos coincidieron en una reunión en la National Semiconductor, una de las primeras compañías que fabricó chips de Silicon Valley.
Ackerman era consultor de la compañía y fue invitado por Paraskevopoulos para recorrer las instalaciones. Perdido en un laboratorio estaba el Proyecto Mercury, un dispositivo para hablar por teléfono y para acceder a internet.
“A los ingenieros del Proyecto Mercury se les ocurrió una idea para cambiar las reglas del juego: un dispositivo de bajo costo que combinaría el acceso a internet con un teléfono”, explicó Ackerman.
Los ingenieros de la National Semiconductor tenían experiencia en el uso de chips “básicos”. De hecho, el corazón del dispositivo no era la última CPU, sino un microcontrolador de gama baja para máquinas de fax.
Además, los informáticos desarrollaron un software que permitía la navegación web y el envío de correos electrónicos.
Ackerman vislumbró que había una oportunidad de negocios. Convenció a Paraskevopoulos de fundar infoGear y a National de venderles la patente del dispositivo.
Cómo era el iPhone original
El objetivo de infoGear era desarrollar un producto para el hogar que fuese económico y de fácil uso. La interfaz de usuario debía ser una pantalla táctil, como un teléfono y un cajero automático.
“El primer iPhone tenía mucho en común con el modelo actual. Evidenció la misma visión sobre cómo la web se convertiría en un elemento central de nuestras vidas”, declaró Ackerman.
La idea no era transformarse en un competidor de la computadora, sino en un “electrodoméstico” que sirviera para hablar por teléfono, revisar correos y navegar por la web.
El iPhone no reemplazaría a la PC, sino que “coexistiría con las PC de la misma forma que el microondas coexiste con un horno convencional”, afirmaba la compañía en 1998.
El primer modelo, que llegó en 1998, contaba con una línea telefónica estándar, un auricular con cable, aunque con llamada en espera avanzada y funciones de conferencia.
Aunque solo tenía 1 MB de memoria, la pantalla de 640 x 480 pixeles y el teclado de siete pulgadas permitían enviar correo electrónico y navegar, además de un identificador de llamadas de CIDCO.
La compañía esperaba venderlo entre $250 y $300 dólares, pero el costo de producción llegaba a los $210 dólares. Al final, su precio de venta se fijó en $499 dólares.
Aunque el producto era innovador, las ventas no lo acompañaban. En marzo de 2000, Cisco Systems se acercó con una oferta para comprar infoGear por $300 millones de dólares.
Según Ackerman, cerca de 100,000 iPhones fueron construidos y vendidos antes de la compra. Cisco esperaba que el teléfono le permitiera llegar a nuevos consumidores.
Sin embargo, desde entonces la palabra iPhone desapareció del panorama y no se volvió a escuchar hasta 2007, cuando Apple anunció su teléfono. Apple y Cisco tuvieron que llegar a un acuerdo antes de que la firma de Steve Jobs pudiera usarla con propiedad.
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