domingo, diciembre 22, 2024
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El cine chileno visto desde dentro

Hoy, esta fundación es en buena medida la responsable del posicionamiento de Chile en el mundo como una cinematografía en pleno auge, con una labor encaminada a promover la producción audiovisual en general, independientemente de los formatos o géneros, en los eventos más importantes.

Asimismo busca con su gestión beneficiar no solo a las asociaciones de empresas o profesionales del rubro sino también a los creadores independientes que aspiran a entrar a los circuitos internacionales, y la promoción de sus obras en las diferentes plataformas comunicacionales.

Sus logros son evidentes, por la larga lista de premios obtenidos por cintas chilenas en festivales de todos los continentes de una forma creciente, y el posicionamiento de no pocos directores entre los más reconocidos a nivel internacional.

A nombres como los de Raúl Ruiz, Helvio Soto, Miguel Littin o Patricio Guzmán surgidos en la década de 1960 y algunos de las cuales siguen en activo, se sumaron en las décadas de 1980 y 1990 figuras de la talla de Ricardo Larraín, Silvio Caiozzi o Andrés Wood, y a partir del 2000, Sebastián Lelio, Pablo Larraín, Boris Quercia y Orlando Lubbert, entre otros muchos.

No obstante el potencial de talentos y su reconocimiento y promoción internacional, el cine chileno pasa -como el de todo el mundo- por un mal momento, pues el año que finaliza parece marcar una ruptura de incalculables consecuencias para la industria, a causa de la pandemia de Covid-19, que a lo largo de casi todo 2020 paralizó rodajes, obligó a cerrar las salas, suspender o posponer festivales e incluso llevó a los realizadores a apelar a otras plataformas en el campo de la internet, para dar a conocer sus obras.

Sobre estos y otros temas conversó Prensa Latina con Constanza Arena, directora ejecutiva de CinemaChile, quien ofrece una mirada desde dentro sobre el cine de este país, sus avances y expectativas.

Prensa Latina (PL): El cine chileno ha ganado en las últimas décadas la atención internacional y son ya numerosos los nombres de realizadores con un fuerte reconocimiento mundial. ¿Ese boom es cuestión solo de talentos o de políticas y promoción más adecuadas?

Constanza Arena (CA): Es la suma de ambas cosas. Al talento existente se lo empuja, con estrategias pensadas para que el circuito internacional sea accesible a realizadores y equipos desde sus primeros cortometrajes.

PL: El 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, de La Habana, propone ahondar en la situación de la cinematografía hecha por los jóvenes en América Latina, ¿cómo marcha en Chile?, ¿búsquedas de nuevos leguajes y temas?

CA: Lo que percibo desde mi posición es que desde muy jóvenes, directoras y directores tienen grandes ambiciones. Y hay talento que lo permite, con escuelas de cine experimentadas, con un colectivo de artistas y profesionales que comprende la industria cinematográfica internacional.

Lo que veo en los jóvenes sigue siendo lo que caracteriza a la juventud: hambre, curiosidad, libertad, rabia y deseo en bruto. En CinemaChile siempre estamos muy atentos a eso, y por ejemplo en los últimos años hemos visto surgir nuevas voces como Diego Céspedes, Tomas Woodroffe, Andrea San Martín, Juan Cáceres, solo por mencionar a algunos que estrenan sus cortos de egreso en las competencias más prestigiosas del mundo, como los festivales de Cannes, Locarno, Venecia.

PL: Las mujeres van ocupando en el cine chileno un espacio cada vez más contundente, más allá de la actuación, con una creciente camada de directoras, técnicas y productoras. Este avance no parece obedecer a una política paternalista de brindarles un nicho, sino un espacio ganado a fuerza de talento. No obstante, ¿qué puede faltar para que ellas ganen aún mayor protagonismo tras las cámaras?

CA: Falta lo que falta en todo el mundo: igualdad. De derechos, de acceso, de confianza y también, por qué no, de desparpajo, de ir al frente, no importa el resultado ni nadie que me dé la aprobación.

áY eso está sucediendo! Es cuestión de esperar los resultados y seguir unidas impulsándonos como mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, incluida la dirección cinematográfica.

PL: Algunos críticos señalan que el cine chileno gusta afuera pero no logra cuajar en la taquilla nacional. ¿Es realmente así? ¿Qué es necesario para que los chilenos consuman más cine nacional?

CA: Es una triste realidad. Pero me gustaría precisar esta afirmación un tanto fallida, ya que no creo que se trate de ‘gusto’. El gusto, como tantas otras cosas, es algo cultural. Se forma, se acostumbra.

En Chile, lo que nos está faltando es voluntad política de resistir a la hegemonía hollywoodense en el ámbito audiovisual, cinematográfico. Es hegemónico, y no seamos ingenuos, resulta un modo de colonización y conquista. En Chile falta resistir a ello, con política de Estado. Pero como es muy lucrativo el negocio del cine-espectáculo, no hay consenso.

Las multiplex (multisalas) comandan el negocio de la distribución. Los canales de televisión áno programan! cine nacional. Y por lo tanto, el cine chileno es un mito en nuestro territorio. Gana los premios más importantes del mundo, pero lamentablemente, nadie encuentra dónde verlo.

Y cuando lo hacen, se encuentran con formas de expresión que muchas veces no son masivas en los códigos a los que nos acostumbró la industria estadounidense, y por lo tanto, la sorpresa y lo distinto entran en la categoría de ‘no lo entiendo = no me gusta’. Pero ya te digo, eso en algunos pocos casos en los que el público finalmente logra ver la película nacional, que es la excepción, y me entristece mucho.

PL: El cine mundial ha sido golpeado por la pandemia de Covid-19 y Chile no es una excepción con el cierre de muchas salas e incluso el Ministerio de Cultura prevé una notable reducción de su presupuesto para 2021. ¿Cuáles son los retos para poder salir adelante?

CA: Nuestro sector está peleando fuertemente contra la reducción de fondos y apoyos del Estado, claves para la subsistencia de trabajadores y empresas del rubro. La situación es muy delicada para la gran mayoría, y nos hemos sentido abandonados.

Pienso que los retos inmediatos son el de lograr que el sector no se derrumbe económicamente, que las películas encuentren sus financiamientos y esperar a ver cómo combinamos estrenos en modalidad online con presencial, ojalá en forma simultánea, y flexibilizando las restricciones sanitarias impuestas para enfrentar la pandemia.

arb/rc

*Corresponsal de Prensa Latina en Chile

Prensa Latina