Ecuador desarrolla el primer instrumento de tamizaje para autismo en América Latina: ¿en qué consiste?

Publicado: 25 oct 2022 22:27 GMT

La prueba piloto se aplicó a 848 estudiantes de todo el territorio ecuatoriano.

América Latina ya cuenta con su primer instrumento de tamizaje para el diagnóstico de autismo, que fue desarrollado por investigadores ecuatorianos y presentado recientemente.

Se trata del Instrumento de Tamizaje para Autismo (ITEA) creado por un grupo de investigación liderado por Catalina López, docente del Área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) de Ecuador, y coordinadora de la maestría en Trastornos del Desarrollo Infantil – Mención Autismo.

El desarrollo del ITEA se llevó a cabo luego de que López detectara que el instrumento universal que se aplica usualmente, que fue creado en EE.UU., daba casos positivos para autismo cuando no lo eran. La investigadora se percató de que este problema se daba porque el test estadounidense «no contempla aspectos culturales«, según una nota de prensa de la UASB.

Entonces, en un recorrido por provincias de todas las regiones de Ecuador y en contacto con distintas poblaciones, se pudieron detectar diversos elementos interculturales y, con ello, diseñar este instrumento que se adecúan a las realidades locales y regionales, con un énfasis en los cambios «sensoperceptuales».

El ITEA

De acuerdo con la UASB, el diagnóstico con este nuevo instrumentos se alcanza con un proceso de tres partes: el tamizaje (ITEA) y, posteriormente, la realización de dos test de identificación especializada (diagnóstico).

«El ITEA es un instrumento de aplicación que contiene tres formas o módulos, que son tres hojas de calificación, con distintas preguntas», explica la UASB.

La primera forma es para niños de 3 meses a 3 años; la segunda, de 4 años a 17 años; y la tercera es para adultos.

En el caso de los menores, en el proceso participan los padres o tutores de la persona evaluada, puesto que son ellos quienes observan. Solo en la edad adulta, el instrumento es autoaplicable, explica López.

«La identificación temprana [del autismo] permite un buen acompañamiento temprano. Evita problemáticas familiares, relacionales y disminución económica, inclusive del Estado, porque dejan de ser personas dependientes. Los beneficios son sociales, económicos, espirituales, son de todo tipo«, indicó la investigadora.

De la mano del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis) y el Ministerio de Educación se ejecutó la prueba piloto en el país, que se aplicó a 848 estudiantes, con la previa capacitación a 412 docentes, y arrojó «muy buenos resultados», según López.

Aunque el trabajo de investigación para desarrollar el ITEA tomó una década, López señala que el proceso comenzó desde mucho antes. «Este camino se inició en realidad hace 40 años, cuando por primera vez encontré a una persona autista, que no era entendida. Vi a una persona en el silencio, y lo que me vino al corazón es: tengo que hacer algo para darle las palabras».

«Este es un punto de partida para seguir trabajando en el autismo. El siguiente paso está relacionado a un programa de certificación en este campo», dijo Wilson Araque Jaramillo, en calidad de rector encargado de la UASB.

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