Descubren un enorme cementerio de la Edad de Piedra cerca del círculo polar ártico
Publicado: 1 dic 2023 18:15 GMT
Aunque le faltan restos humanos, arqueólogos finlandeses estiman que podría tratarse de una de las necrópolis prehistóricas más grandes del norte de Europa.
En 1959, trabajadores que extraían arena descubrieron accidentalmente herramientas de piedra en los bosques del norte de Finlandia, ubicados cerca del golfo de Botnia, en Laponia, a unos 80 kilómetros al sur del círculo polar ártico. Sin embargo, el hallazgo quedó temporalmente en el olvido.
Hace cuatro décadas, comenzaron las excavaciones en el yacimiento arqueológico Tainiaro, aunque sus descubrimientos y su importancia potencial no recibieron de inmediato un amplio reconocimiento. Si bien no se encontró evidencia esquelética, la presencia de docenas de fosas del 5.000 a. C. fueron interpretadas tentativamente como entierros.
En un nuevo estudio publicado por la revista Antiquity, científicos de la Universidad de Oulu (Finlandia) volvieron a analizar el antiguo cementerio de 6.500 años y concluyeron que contiene muchos más restos de lo que se pensaba. Según recientes estimaciones, es posible que haya más de 200 sepulturas.
«Llegamos a una estimación total de 115 a 200 fosas funerarias, de las que se han excavado entre 26 y 44. Es probable que el número de individuos enterrados sea algo mayor, ya que los entierros múltiples son un fenómeno ecurrente en sitios similares de la Edad de Piedra. Si se tienen en cuenta las fosas de enterramiento irregulares habitualmente observadas en otros yacimientos, el cálculo podría aumentar hasta en un tercio, alcanzando un total estimado de 300 individuos», sostienen los arqueólogos en la publicación.
«Debería hacernos reconsiderar nuestras impresiones sobre el norte y su lugar en la prehistoria mundial»
Se trata de una cifra bastante impresionante teniendo en cuenta que se encuentra cerca del círculo polar ártico. Además, podría representar uno de los mayores cementerios prehistóricos de cazadores-recolectores del norte de Europa.
No obstante, los investigadores señalaron que aún no cuentan con pruebas concluyentes para demostrar que es un camposanto, pues los restos de los cuerpos se descompusieron rápidamente por la acidez del suelo.
Los científicos compararon la forma de las decenas de fosas rectangulares que hay allí con otros entierros de la Edad de Piedra y concluyeron que eran muy similares.
En 23 pozos encontraron rastros de ocre rojo, pero en concentraciones bajas. El ocre era un tinte de uso común durante el Neolítico, que se utilizaba a menudo en rituales tales como los entierros. Algunos hoyos contienen indicios de combustión, como cenizas y carbón, lo que llevó a los autores a pensar en la posibilidad de que varios de ellos hubieran sido hogares.
«Si conseguimos realizar nuevas excavaciones en el yacimiento, también podríamos comprobar si el ADN antiguo es capaz de sobrevivir en el propio suelo. Pero yo no me haría muchas ilusiones», manifestó Aki Hakonen, director del equipo científico, citado por Live Science.
En este sentido, sería posible analizar nuevas muestras para buscar pelo fosilizado, como sucedió en otras tumbas de la Edad de Piedra, reporta Gizmodo. «Los análisis químicos, como la recolección de ADN antiguo directamente del suelo, pueden proporcionar evidencia inequívoca para la interpretación del entierro o revelar hallazgos completamente nuevos que orienten nuestra comprensión de la sociedad de la Edad de Piedra hacia una dirección aún más fascinante», especificó Hakonen.
«Por el momento, sin embargo, la idea de que parece haber existido un gran cementerio cerca del círculo polar ártico debería hacernos reconsiderar nuestras impresiones sobre el norte y su lugar periférico en la prehistoria mundial», concluyen en la investigación.
RT espanol