Anthony Zambrano y su bendito afán de correr por Colombia
Por Jhonah Díaz González, Enviado especial
Tokio, 18 jul (Prensa Latina) El colombiano Anthony Zambrano estuvo cerca de abandonar el atletismo después de una marejada de resultados desalentadores, pero su afán de lucha volteó la página y hoy está listo para mostrar su talento en Tokio 2020.
Todo ello insufló desconfianza, la misma que colmó su existencia cuando gotas de sudor recorrieron su cuerpo en plena faena de bicitaxista en su natal ciudad de Maicao, departamento de La Guajira.
De ahí le viene su carácter temperamental, algo que se mantiene porque el especialista en 400 metros planos sabe de resistencia, andar por la vida en busca del sustento y nunca darse por vencido.
La diferencia es que ahora hace gala de una vibra positiva: ‘áQuiero invitar a todos los jóvenes de mi querida Colombia a soñar siempre en lo más alto!’, se puede leer en uno de sus posts en Facebook.
Tales palabras fueron escritas después de ganar el mitin de Madrid, en el cual devoró la vuelta al óvalo en 44.51 segundos y dejó en el segundo puesto al plusmarquista mundial y campeón olímpico sudafricano Wayde Van Niekerk.
Ese resultado lo dejó en el puesto siete del vigente ranking del orbe y lo ratificó como un fuerte candidato a medallas en la cita bajo los cinco aros en esta capital, cuya apertura llegará el viernes 23 de julio.
El giro de 180 grados en su carrera deportiva aconteció en 2017 tras viajar a Ecuador para exhibir el talento que una década antes algunos le vieron mientras recorría descalzo las rectas y curvas de una pista de arcilla.
No exento de rabia confió en sí mismo, trabajó como siempre en busca de tiempos desconocidos y protagonizó golpes de autoridad en los Panamericanos de Lima 2019, con un doblete dorado capaz de sorprender a propios y extraños de la disciplina.
‘Soñar no cuesta nada. El sacrificio, el esfuerzo y la disciplina te ayudan a cumplir tus fantasías’, publicó en la citada red social el vigente subcampeón universal, quien mira hacia atrás orgulloso y recuerda aquella grandiosa carrera en Doha 2019, cuando nadie daba un centavo por el cafetero.
Aquella final en el Khalifa International Stadium y el récord sudamericano de 44.15 segundos hicieron que los reflectores enfocaran su figura y descubrieran a un nuevo ídolo para la juventud colombiana.
‘No te rindas, lucha, cree en ti’, es el consejo del esprínter, quien veía el 2020 como su temporada para la consagración, pero la Covid-19 trastocó los planes y en el ámbito deportivo obligó el aplazamiento de la cercana cita olímpica.
Mas, Zambrano mantiene sus anhelos firmes, y Colombia espera de él otro remate espectacular en la línea de cierre, justo cuando el braceo se hace corto y aumentan las palpitaciones.
A sus 23 años, parece el indicado para tomar la batuta de su compatriota Caterine Ibargüen, una fuera de serie en triple salto. Y eso hace que llene sus pulmones de aire y la vida de fuerza de voluntad, como en aquellas horas de ajetreo a bordo de un bicitaxi por las calles de su país.
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Prensa Latina