Día del gamer, ¿qué significa ser uno de ellos?
Por diversos motivos, la palabra gamer a día de hoy puede llegar a tener un cierto sentido peyorativo. Existe un grupo de usuarios, muy vocales en redes sociales, que han capturado el concepto de gamer de manera nociva para con el resto, y especialmente con los grupos minoritarios o marginalizados. Y a raíz de esto, mucha gente toma distancia del concepto de gamer y prefiere no asociarse a ello.
Sin embargo, el día del gamer es una buena oportunidad para reinvidicar el término y aceptar que en la actualidad hay millones de gamers alrededor del mundo, muchos que probablemente no tengan idea que hay un término que los identifica como parte de un hobby. La definición más abstracta dice que un gamer es cualquier persona que se dedique, aunque sea de manera casual, a jugar ya sea videojuegos, juegos de mesa o incluso deportes.
Por tanto, la definición de gamer como tal es mucho más amplia de lo que se cree de manera coloquial. Y si consideramos exclusivamente a videojuegos, un análisis de la empresa Statista proyecta que para el año 2023 habrá más de 3,000 millones de gamers en el mundo.
Ahora bien, dejemos de lado las definiciones más académicas o los números más duros, para centrarnos en algo quizás más sociológico o incluso, filosófico: ¿qué significa exactamente “ser gamer”, pensando exclusivamente en videojuegos?
La respuesta en realidad es más simple de lo que parece: hoy en día, gamer es el niño de 10 años que juega Roblox o Minecraft en la Switch, como el adolescente que dedica unas cuantas horas a la semana a Free Fire. También es gamer una señora de más de 60 años que tiene varios juegos de puzzles en su teléfono (y que los juega por más horas de lo que alguien podría imaginar), así como el tipo de 38 años que sigue jugando algún Dark Souls por enésima vez.
Todos los ejemplos anteriores son, básicamente, un gamer. Y todos ellos los he visto con mis propios ojos, porque cada perfil está basado en personas que conozco en la vida real. Ninguno es más gamer o menos gamer que el otro; a la larga, todos utilizan un dispositivo electrónico para jugar un videojuego, ya sea de manera más casual un par de veces a la semana o bien casi todos los días.
El concepto de gamer abarca mucho más espacio del que se imagina. Lamentablemente, estamos en una época donde grupos de nicho tienden a creer que tienen el poder de dictaminar quién tiene y quién no tiene derecho a ingresar a un grupo cerrado; grupos que se convierten en una suerte de gatekeepers o vigilantes de un hobby y que exigen credenciales al resto para considerarlos como un par.
Personas que, básicamente, creen que ser gamer es sinónimo de juegos con temáticas serias y con una curva de dificultad acentuada.
La realidad (y quizás dura para ellos) es que se puede ser tan gamer jugando una versión de Diablo para celulares como una historia interactiva en una consola o un juego de disparos en una PC. Tal como a los deportistas se les menciona como tal sin importar la disciplina a la que se dedican o las horas de entrenamiento semanales, hay que ser justos con el término gamer y utilizarlo sin complejos.
Los gamers, tal como menciona Statista, no son millones sino miles de millones. Están en todos lados, juegan en cualquier dispositivo y la inmensa mayoría no necesita mostrar ninguna credencial para validarse. Los gamers son gamers por la sencilla razón de que juegan un videojuego cualquiera con cierta frecuencia y lo hacen porque lo disfrutan y porque obtienen satisfacción de ello.
Quizás un buen paso para que los videojuegos den avancen y maduren como medio está en, precisamente, aceptarlos como una actividad que va mucho más allá de ser un juguete o entretenimiento ligero. Así como otras artes han aceptado que hay formas y estilos para diversos tipos de consumidores, los videojuegos también tienen suficiente diversidad como para que el concepto de gamer no termine apropiado por un nicho que decide quién pertenece y quién no.