Hay que aprovechar el talento joven para mejorar la competitividad de las compañías
En muchos sentido la pandemia ha generado un gran retroceso. Por ejemplo, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de desempleo entre jóvenes de 18 a 28 años se incrementó durante el primer trimestre de este año, ya que en enero se encontraba con un índice del 16,2% mientras que ahora tocó el 23,9%.
Y según Fedesarrollo el país podría perder una década de avances en materia de lucha contra la pobreza.
Sobre este asunto, Juan Pablo Chaustre, gerente general de Staffing, declaró que “antes de la pandemia y, según cifras de la Organización Internacional de Trabajo, a nivel mundial hubo 64 millones de jóvenes desempleados y 145 millones de trabajadores jóvenes vivían en la pobreza, eran cifras muy complejas que pudieron empeorar por la coyuntura. Hay que implementar acciones que permitan mejorar esos datos, pero aún más importante, hay que aprovechar el talento joven para mejorar sustancialmente la competitividad de las compañías”.
En esa línea, Chaustre, expresó que las organizaciones deberían abrir las puertas para que los jóvenes demuestren sus capacidades en el ámbito corporativo para ir más allá de recibir algunos beneficios o subsidios, también para formarlos en diferentes capacidades aumentando la competitividad y productividad.
Varios informes han indicado que cada generación llega a tener un aporte destacado en las compañías, donde la diversidad de sus opiniones, pensamientos, percepciones y habilidades logran que se construya una verdadera innovación de las empresas, que potencia el crecimiento corporativo acompañado de la implementación tecnológica.
El Foro Económico Mundial, también ha advertido que los jóvenes enfrentan dificultades en los mercados de trabajo y a la escasez de empleos en países de todo el mundo, pero en las economías emergentes el 20% de las personas entre 15 y 24 años ni trabajan ni estudian. Esto representa costos económicos y sociales que aumentan brechas, donde la confianza en la sociedad suele ser menor en países con niveles más altos de inactividad juvenil, lo que aumenta las posibilidades de conflicto social.
Un nuevo estudio del personal técnico del Fondo Monetario Internacional revela que, si el “desempleo juvenil de una economía de mercado emergente y en desarrollo típica se equiparara con el de una economía avanzada, la tasa de empleo de la población en edad de trabajar aumentaría en 3 puntos porcentuales y la producción económica recibiría un impulso de 5 puntos. Este es el tipo de punto de inflexión que los jóvenes, y todos los países, necesitan con urgencia”.
Extra colmbia