Outriders: inexplicablemente bueno
Outriders: inexplicablemente bueno
“Una extraña e impensada mezcla entre Diablo y Gears of War.”
- La mezcla entre el sistema de disparos más las habilidades es perfecta.
- Pese a que la premisa es simple, hay mucha profundidad.
- Rendimiento muy fluido en consolas de nueva generación.
- Es incomprensible que requiera conexión a internet, con todos los problemas que ello ha acarreado.
Outriders es el juego del que todo mundo habla en estos momentos, por buenas y no tan buenas razones. Es una producción del estudio polaco People Can Fly, que probablemente no conozcas si no eres muy fanático de lo que pasa en la industria de los videojuegos. Pero eso en realidad no importa tanto, lo que sí hay que destacar es que este título está disponible para PS4, PS5, Xbox One, One X, Xbox Series X, Series S y P. Además, si tienes Xbox Game Pass, lo puedes jugar sin cargo extra en las nuevas Xbox.
Para empezar, hablemos de lo bueno. Outriders es un shooter en tercera persona con coberturas que, si miras de manera rápida, pensarás de inmediato en Gears of War o algún juego del estilo muy popular en la época de la Xbox 360. Los movimientos del personaje y las mecánicas de disparos o coberturas están inspirados en Gears, por lo que se siente familiar, sobre todo si ya tienes experiencia en estos juegos.
Outriders: Diablo, en tercera persona
No obstante, lo que tienes que saber es que este juego no es tan simple como Gears of War en el sentido de llegar a un nivel, eliminar a los enemigos y pasar a lo siguiente. No. Outriders es un looter shooter, un juego en el que los enemigos dejan caer nuevo equipamiento o premios a medida que son eliminados. La idea no es solo avanzar por niveles y completar el juego, sino recoger, recoger y recoger piezas de equipo en forma de armas de todo tipo, así como armaduras, cascos, pantalones, guantes, etcétera, para hacer más poderoso al personaje y así poder completar niveles, que son progresivamente más difíciles.
En Outriders hay una serie de misiones principales, pero también hay unas cuantas secundarias que aparecen en las ciudades o lugares que se visitan durante el juego. Esas misiones, si bien no avanzan la historia, se pueden repetir de manera infinita y sirven para el objetivo de hacer subir de nivel al personaje, mejorar los atributos o entregar más equipamiento.
En ese sentido, Outriders funciona más como un juego RPG tipo Diablo, en el que muchas veces uno juega no tanto por completar un nivel o avanzar la historia, sino por la satisfacción tipo casino de juegos, donde obtener un buen premio depende del azar. Esto es difícil de explicar, pero si ya jugaste Diablo alguna vez, seguro entiendes el concepto. Por cierto, al comenzar el juego y crear un personaje nuevo, hay que elegir una clase entre las varias que hay disponibles, por si las similitudes con el juego de Blizzard no fueran suficientes (en el video a continuación, una profundización algo más extensa sobre el funcionamiento de estas mecánicas en Outriders).
Y estas similitudes no paran ahí. Otro elemento sacado directamente de Diablo III tiene que ver con la dificultad. O mejor dicho, la dificultad del mundo del juego, que se define por un sistema llamado Nivel de Mundo, el cual aumenta progresivamente al avanzar. Mientras más alto ese número (15 niveles en total), mayor es la calidad de los premios que sueltan los enemigos y también la frecuencia con la que los dejan caer. Esto se puede desactivar y jugar con un nivel de dificultad estático que claro, hará que la dificultad del juego no aumente demasiado, pero de la misma forma, los premios no serán tan buenos.
Outriders es un juego en el que estamos constantemente balanceando estadísticas y probando cuál es la mejor build para completar una misión. Es común que a veces un arma menos potente sea más útil que una de mucho mayor potencia, gracias a la forma en que esta se modifica con ciertos atributos y habilidades pasivas que, por ejemplo, hacen caer rayos sobre los enemigos cada ciertos segundos y según cierto porcentaje de probabilidad. Y esta mezcla de habilidades pasivas de las armas, más las habilidades activas de cada personaje —que también son personalizables—, dan como resultado un juego muy profundo en cuanto a mecánicas, pero a la vez sencillo en su funcionamiento y en la forma de entenderlo.
Porque Outriders es, en lo más puro, un juego de otra generación. Parece como un shooter en tercera persona diseñado en 2008 que, casualmente, se lanzó a la venta en 2021. Si uno mira sus partes individuales, no hay nada realmente destacable porque todo es simple y directo. Pero a la vez, la experiencia final es el resultado de una suerte de sinergia positiva, en la que el todo es mucho más que la suma de sus partes. Outriders es una experiencia muy buena…
…Cuando no se te borra el inventario
Ahora toca hablar de las no tan buenas razones mencionadas en el primer párrafo. Durante su primera semana de juego, Outriders ha sufrido varios problemas técnicos asociados específicamente al modo cooperativo vía internet. Primero, hay que aclarar que este no es un juego como servicio: no funciona como Destiny o The Division, no hay un hub social de jugadores que comparten servidor ni nada por el estilo. El multijugador se resume simplemente a tres jugadores en la misma partida, que completan misiones en un modelo de player versus environment (jugador versus entorno) muy tradicional.
¿El problema? Aún jugando solo y sin nadie más, es necesaria la conexión a internet. Y esto se ha traducido en varios problemas, el más sencillo: no poder iniciar sesión o tener que esperar un rato excesivo antes de poder comenzar. El más complejo, en cambio, es que a algunos jugadores se le ha borrado el inventario completo, sin explicación alguna. Esto ha ocurrido solo con la gente que juega en linea; al cierre de la edición de esta nota, el estudio sigue buscando activamente una solución. Y claro, en un juego como este, el inventario y los premios que se obtienen al jugar lo son todo.
Cabe puntualizar que este no es un caso Cyberpunk 2077, juego que estaba claramente roto y no apto para salir a la venta. En Outriders, está en el aire la sensación de que los servidores colapsaron a causa de la gran cantidad de gente que llegó a jugarlo. Y esto no se debe solo a Game Pass —el juego estuvo disponible desde el primer día para los suscriptores—, sino también a lo que ocurrió en Steam durante el primer fin de semana, con un peak de más de 130,000 usuarios concurrentes. Por ende, hay que preguntarse entonces si, pese a la extendida fase de prueba que se llevó a cabo antes del lanzamiento, en People Can Fly sinceramente no proyectaron que el juego sería tan exitoso.
Dicho lo anterior, es fácil recomendar Outriders a cualquiera que sea fanático de los looter shooters. Porque eventualmente los problemas se van a solucionar (ojalá más temprano que tarde) y lo que va a quedar es un producto muy bien pensado y que, a diferencia de títulos similares, no abusa con microtransacciones ni nada por el estilo. Dicho de otra forma, Outriders se vende como juego completo desde el comienzo: lo que pagas es lo que juegas y no hay ni cosméticos ni mucho menos armas bloqueadas detrás de alguna moneda ficticia que a la vez hay que pagar con una divisa real.
Y eso llega a ser extraño en una industria de juegos triple A en los que las compañías buscan no solo venderte un juego, sino seguir exprimiendo la billetera luego del pago inicial.