lunes, noviembre 25, 2024
Internacionales

Una década de guerra en Siria en 10 historias de sus residentes (FOTOS)

Este lunes se cumple el décimo aniversario del inicio de las protestas contra el Gobierno de Bashar al Assad, que fueron seguidas de una década de guerra, devastación y vidas rotas.

Hace diez años, en medio de una ola de manifestaciones de la primavera árabe, centenares de sirios salieron a las calles de Idlib en protesta contra el presidente Bashar al Assad. Las protestas en Siria de 2011 pronto desembocaron en disturbios y una guerra civil, que fue seguida de años de devastación, incertidumbre, desplazamientos masivos y muertes mientras el país se vio obligado a hacer frente a un nuevo enemigo, el terrorismo.

Diez sirios han compartido con la agencia AFP sus fotografías de antes y después de los acontecimientos de 2011 y han contado cómo han cambiado sus vidas en la última década.

La primera historia es la de Rukaia Alabadi, que aparece en la portada con una imagen suya de 2011, cuando estudiaba economía en la Universidad de al-Furat, en su ciudad natal de Deir ez Zor. Llegó a París como refugiada en 2018 tras escapar de las amenazas por sus reportajes sobre la vida bajo el dominio de los terroristas del Estado Islámico. Antes de eso, había sido detenida durante meses por su trabajo como activista de los medios de comunicación.

En esta imagen reciente Dima al-Kaed sostiene una foto de 2013 en la que se gradúa en la Universidad de Damasco. Durante la guerra perdió a sus padres y su hogar. «Soñaba con cambiar el mundo, pero en cambio la guerra cambió el mío», afirma.

El vehículo de Samer al-Sawwan fue atravesado por una bala mientras conducía en 2011. El auto volcó y lo dejó paralizado para siempre. «Me desmayé con las dos piernas y me desperté en una silla de ruedas», contó. «Mis ambiciones y sueños cambiaron», agregó.

Ahmed Nashawi, que ahora tiene 50 años, fue en su día uno de los pescaderos más populares de la ciudad. Su casa y su tienda en la plaza Sahat al-Hatab fueron destruidas en los enfrentamientos entre la oposición y los combatientes progubernamentales en 2015.

Fahad al-Routayban huyó de su ciudad natal de Raqa, en el norte de Siria, a Líbano en 2013, temiendo que le llamaran a filas. Sus padres recibieron más tarde una citación oficial para él. Fahad cambió de domicilio al menos diez veces mientras se desplazaba por Líbano antes de establecerse finalmente en Trípoli, donde se casó.

Originario de la ciudad de Saqba, en las afueras de Damasco, Abu Anas fue desplazado de su hogar en 2018. Luego resultó herido durante un bombardeo llevado a cabo por las fuerzas gubernamentales en 2020 y perdió la vista. Actualmente es estudiante de derecho del cuarto año en la Universidad de Idlib.

Mohammed al-Rakouia lamenta sus pérdidas y dice que «nada puede compensarlas»: «Mi estudio ha sido destruido, mis cuadros han sido robados y mis colores han sido esparcidos por todas partes».

Originario de la ciudad de Kafr Batna, en el antiguo enclave rebelde de Guta Oriental, cerca de Damasco, Anas Ali vive en Francia en calidad de refugiado desde 2019. Cuando comenzó el conflicto, su nombre figuraba en la lista de personas buscadas por el Gobierno por acusaciones de grabar manifestaciones. La casa de sus padres fue allanada varias veces y él se entregó a las autoridades y firmó un compromiso de dejar de filmar. Permaneció en Guta hasta que la zona terminó bajo el control del Gobierno a principios de 2018 tras años de bombardeos y asedio.

Mohammed al-Hamid fue herido en un combate en 2016 luchando contra las fuerzas gubernamentales en Latakia, donde su hermano murió en sus brazos. Aquel año se enteró de que otros tres hermanos habían muerto en prisión tras ser detenidos dos años antes. En 2017, aviones de guerra bombardearon su casa en Idlib, matando a su hija.

Bakri al-Debs señala que cuando estallaron las protestas antigubernamentales en 2011 fue detenido varias veces y torturado por las fuerzas de seguridad porque lo confundieron con su primo que comparte el mismo nombre y que lideró las manifestaciones en Ihsim.

RT espanol