martes, noviembre 5, 2024
Internacionales

Una exdiputada ucraniana rusófoba muere por un disparo en la cabeza

Publicado: 19 jul 2024 21:16 GMT

Irina Farión, de 60 años, había calificado a los rusoparlantes de «marginados» y de ser «personas miserables».

La exdiputada de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) Irina Farión, conocida por sus comentarios rusófobos y ultranacionalistas, falleció en un hospital de Lvov tras recibir un disparo en la cabeza, informó el viernes Maxim Kozitski, presidente de la administración regional.

«Es una pena, pero a pesar de todos los esfuerzos de los médicos, no consiguieron salvar a Irina Farión», escribió en sus redes sociales.

telegram-fallback

La política, de 60 años, fue atacada el viernes por la noche cuando salía de su casa. «Recibió un disparo en la sien. El tirador fue visto por los vecinos, llevaba guantes y el arma no tenía silenciador», dijo en sus redes sociales la periodista local Marta Olyárnik. Según los médicos, Irina ingresó en la unidad de cuidados intensivos en estado crítico, pero no pudo ser salvada. 

Medios de comunicación locales describieron al atacante como un joven de unos 20 años. Sin embargo, hasta el momento se desconoce su identidad o paradero. Según vecinos de la zona, el sospechoso merodeaba cerca de la vivienda de Farión durante las últimas dos o tres semanas, siguiendo a la mujer todos los días.

Tras la muerte de Farión, el caso se investiga como asesinato premeditado. El Ministerio del Interior ucraniano dijo que se trata de la parte 1 del artículo 115 (homicidio premeditado) del Código Penal y recordó que este prevé una pena de hasta 15 años de prisión.

Postura rusófoba de Farión

Farión es conocida por sus declaraciones ultranacionalistas y rusófobas. Desde 2005, fue miembro de la asociación ucraniana ‘Svoboda’ (partido político populista nacionalista). En 2012-2014 fue diputada de la Rada Suprema por la provincia de Lvov.

En enero del año pasado, confesó que enseñaba a su nieto de tres años a pegar a los niños que hablan ruso en la guardería. «¿Por qué mi Dmítrik, que tiene tres años y medio, entra en la guardería y ve a algún Grisha que le dice ‘privet’ [‘hola’, en ruso], y mi nieto tiene que enseñarle, con su puñito, la lengua ucraniana?», afirmó.

A principios de este año, declaró que Lvov se ha convertido en una «ciudad de saboteadores» debido a que allí hay mucha gente de habla rusa. En este contexto, calificó a los que hablan ruso de «marginados». «Son personas miserables que todavía hablan la lengua de Moscú», dijo, instando a los ucranianos a no reaccionar cuando oigan esta lengua, que «envenena el espacio» del país. Afirmó que los ciudadanos rusoparlantes «no pueden avanzar en la jerarquía social» y «no deben» recibir educación ni trabajar.

RT espanol