El tiempo invernal se combinó con la pandemia para frustrar a los viajeros aéreos cuyos vuelos de regreso a casa después de las vacaciones se cancelaron o retrasaron en los primeros días del nuevo año.
A primeras horas de la tarde del domingo en la costa este, más de 2,300 vuelos estadounidenses y más de 3,900 en todo el mundo habían sido cancelados, según el servicio de seguimiento FlightAware.
Eso siguió a las cancelaciones masivas del sábado de más de 2,700 vuelos estadounidenses y más de 4,700 en todo el mundo. La cifra de un solo día en Estados Unidos del sábado fue el más alto desde justo antes de Navidad, cuando las aerolíneas comenzaron a culpar a la escasez de personal del aumento de las infecciones por COVID-19 entre las tripulaciones.
Una tormenta invernal que azotó el Medio Oeste el sábado convirtió a Chicago en el peor lugar del país para los viajeros durante el fin de semana, mientras los aeropuertos de la región continuaron recuperándose el domingo por la mañana. Aproximadamente una cuarta parte de todos los vuelos en el aeropuerto O’Hare se cancelaron el domingo.
American Airlines dijo que la mayoría de los vuelos del domingo se cancelaron antes de tiempo para evitar interrupciones de última hora en el aeropuerto.
Sin embargo, la más afectada en el mundo por las cancelaciones este domingo fue SkyWest (aerolínea regional estadounidense) con 521 vuelos cancelados, seguido de China Eastern (468 vuelos cancelados) y Southwest (421 vuelos cancelados).
No se descarta que se exija la vacunación para viajar en vuelos domésticos.
Las aerolíneas dicen que están tomando medidas para reducir las cancelaciones. United ofrece pagar a los pilotos el triple o más de su salario habitual para cubrir vuelos abiertos hasta mediados de enero. Southwest y otros también han aumentado el pago de primas para algunos trabajadores.
Cuando el clima invernal golpeó el noroeste del Pacífico a principios de esta semana, Alaska Airlines instó a los clientes a retrasar cualquier viaje «no esencial» que estuviera planeado para este fin de semana.
Con vuelos repletos durante las vacaciones de Año Nuevo, la aerolínea dijo que no estaba segura de poder volver a dar reservaciones a los pasajeros varados durante al menos tres días.
Mientras Delta espera más de 300 cancelaciones, la línea de personas esperando para hacerse la prueba de COVID-19 es interminable en Florida, donde han aumentado los contagios por coronavirus.
Telemundo
