lunes, agosto 25, 2025
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Joven lama combina la tradición con lo moderno para servir de puente entre el budismo y el mundo actual

Hoy conoceremos el histórico monasterio de Tashilhunpo, en Shigatse, en la región autónoma china de Xizang, donde los rituales ancestrales conviven con el ritmo de la modernidad. Allí encontramos a Khyungpo Tulku, un joven líder espiritual que sigue una senda arraigada en la tradición, pero con los ojos puestos en el mundo actual.

En lo alto de la meseta tibetana, la devoción no es cosa del pasado, sino una fuerza viva que evoluciona con el tiempo. Hoy conoceremos el histórico monasterio de Tashilhunpo, en Shigatse, en la región autónoma china de Xizang, donde los rituales ancestrales conviven con el ritmo de la modernidad. Allí encontramos a Khyungpo Tulku, un joven líder espiritual que sigue una senda arraigada en la tradición, pero con los ojos puestos en el mundo actual.

Todos los días a las 5:30 de la mañana, cuando los primeros rayos de sol iluminan los techos dorados del monasterio con más de seis siglos de historia, este joven lama comienza su jornada entre oraciones y estudios. Apenas tenía cuatro años cuando fue reconocido como la tercera reencarnación de Khyungpo Tulku del monasterio Tashi Gepel, una tradición ancestral del budismo tibetano, en la que se cree que los grandes lamas renacen para continuar con su misión espiritual. Además, desde el 2002, vive y estudia en el monasterio de Tashilhunpo, dedicado a la práctica budista, pero también en busca de nuevas formas de conectar con el mundo moderno.

«Entré al monasterio cuando era muy joven y no tuve la oportunidad de aprender el chino mandarín de manera adecuada. Ahora, en mis ratos libres, intento ponerme al día. Veo documentales, leo libros y uso internet para buscar lo que no entiendo. El idioma es una importante herramienta de comunicación», dijo el joven lama Khyungpo Tulku.

Lejos de la imagen tradicional de un monje, Khyungpo Tulku está en sintonía con los tiempos actuales. Nacido en la década de los 90, el joven es un puente entre dos mundos que combina la tradición budista milenaria y la modernidad de la era digital.

Abrió su primera cuenta en redes sociales en 2010, cuando todavía no era común ver a figuras religiosas en línea. Hoy, acumula más de medio millón de seguidores.

Uno de sus pasatiempos favoritos es la fotografía, captura paisajes montañosos y momentos de la vida diaria a través de su lente. Suele compartir estas imágenes en internet, acompañadas de reflexiones sobre la vida y la filosofía budista.

Mientras Khyungpo Tulku avanza hacia el grado más alto en los estudios del budismo tibetano, también piensa más allá de los muros del monasterio. El joven reflexiona sobre cómo la fe puede contribuir al bienestar de la sociedad.

Elegido en 2012 como miembro de la Conferencia Consultiva Política de la región autónoma de Xizang, el lama ha impulsado varias propuestas para mejorar la atención médica en zonas rurales y reforzar la capacitación de los médicos locales. En los últimos años, ha visitado escuelas en toda la región, abogando por una mayor inversión en educación básica.

«El propósito de estudiar budismo no es solo el crecimiento personal, sino también beneficiar a los demás y a la sociedad. Cuando conozco la situación en las zonas rurales y elaboro propuestas a partir de lo que he visto, siento que estoy haciendo algo significativo. Durante años, he sido testigo de mejoras reales en el sistema educativo y sanitario de la región autónoma de Xizang. Quiero promover la armonía y la unidad, y ojalá brindar también apoyo espiritual a las personas. Ese es mi mayor deseo», expresó Khyungpo Tulku.

Del estudio solitario al servicio público, de las antiguas escrituras a los teléfonos inteligentes, Khyungpo Tulku representa a una nueva generación de lamas tibetanos. Su historia no es sólo un viaje personal de devoción, sino que también refleja cómo los jóvenes lamas de hoy defienden la tradición al tiempo que se comprometen activamente con la sociedad moderna.