¿Desde cuándo un juego o una consola se convierte en “retro”?
En el mundo del gaming, el término “retro” evoca una nostalgia instantánea y se ha vuelto popular en los últimos años con el auge de las consolas mini y los emuladores de juegos clásicos. Sin embargo, definir exactamente qué hace que un juego o una consola sea considerado retro puede ser un desafío. ¿Desde cuándo un juego o una consola se convierte en “retro”? Esta pregunta, en apariencia sencilla, abre la puerta a un debate animado entre los entusiastas de los videojuegos. Por eso, en este artículo, exploraremos cómo la percepción del término ha evolucionado con el tiempo en la comunidad gamer y cuál es el consenso general.
Contexto de lo retro en los videojuegos
Para empezar, es importante definir el término “retro” en el contexto de los videojuegos. A diferencia de otras formas de entretenimiento como el cine o la música, donde las obras clásicas se remontan a décadas atrás, la industria de los videojuegos es relativamente joven. Por lo tanto, el concepto de “retro” en los videojuegos tiende a abarcar un período de tiempo más corto en comparación con otras formas de arte.
La definición de un juego o una consola retro es subjetiva y puede variar según la perspectiva de cada individuo. Algunos podrían considerar que un juego o una consola se vuelve retro después de un cierto número de años desde su lanzamiento inicial, mientras que otros podrían basarse en la evolución tecnológica y cultural para determinar su estatus retro.
Históricamente, el término “retro” se asociaba con los videojuegos y consolas estrenados desde finales de los años 70 hasta la década de los 90, época en la que surgieron las icónicas Atari 2600, Nintendo Entertainment System (NES) y Sega Genesis. Estos sistemas, junto con títulos clásicos como Pac-Man (1980), Super Mario Bros. (1985) y Sonic the Hedgehog (1991), representan una era fundamental en la evolución de la industria del entretenimiento interactivo. Pero, con el paso del tiempo, la percepción de lo retro ha ido evolucionando y expandiéndose para abarcar un espectro más amplio de juegos y plataformas.
Perfil demográfico de los jugadores y su relación con lo retro
La industria de los videojuegos es enorme y, a medida que los dispositivos electrónicos se vuelven más potentes, variados y asequibles, más jóvenes se están convirtiendo en jugadores dedicados. Según un estudio de la Entertainment Software Association (ESA), el 65% de los estadounidenses mayores de 18 años juega al menos una hora a la semana. También se señala que el jugador promedio de videojuegos tiene 32 años de edad y ha estado disfrutando de esta forma de entretenimiento durante 21 años.
Una cuarta parte de los jugadores en Estados Unidos tienen menos de 18 años, lo que representa el 26% del total. Además, el 35% de los jugadores se encuentran en el rango de edad de 18 a 34 años, lo que indica una significativa presencia de jóvenes adultos en la comunidad de jugadores. Por otro lado, el 14% corresponde a personas de entre 35 y 44 años, mientras que otro 11% pertenece al grupo de edad de 45 a 54 años. Finalmente, un considerable 14% de los jugadores tienen 55 años o más.
Esta amplia base de jugadores abarca desde la generación de los baby boomers hasta los millennials y la generación Z, cada uno con sus propias experiencias y recuerdos de la historia de los videojuegos.
Lo curioso es que, para los jugadores de la generación Z, títulos como Left4Dead (2008), World of Warcraft (2004) e incluso el Borderlands original (2009) son considerados juegos retro porque sus fechas de lanzamiento ocurrieron antes de que naciera la mitad de su generación. Sin embargo, los millennials recuerdan los lanzamientos de estos juegos en Steam como si hubiera sido ayer, y muchos siguen siendo jugadores activos y contribuyentes a sus comunidades en línea. Esta distinción plantea un desafío en la definición de lo que constituye un juego retro en la actualidad.
Conclusiones sobre lo retro en los videojuegos
Si bien hay muchas formas de decidir dónde trazar la línea entre lo retro y lo moderno, el cambio más notable en cómo se hacen y se juegan los juegos ocurrió con el inicio de la séptima generación: Xbox 360, PlayStation 3 y Wii.
En esa época, desde el 2005 aproximadamente, los videojuegos entraron en la era digital, con un enfoque en las tiendas digitales, desde DLC hasta microtransacciones, y un despegue del multijugador en línea. Estos conceptos existían en estados incipientes durante la sexta generación, pero se implementaron en un contexto más generalizado en la séptima. Esta es verdaderamente la mejor manera de definir la diferencia entre los videojuegos retro y modernos, no por la edad, sino por dónde cambiaron los modos de jugar.
Considerando todo lo anterior, podemos llegar a la conclusión de que, en general, los títulos con una fecha de lanzamiento original de hace más de 20 años califican como “retro”, abarcando hasta la era de las consolas de la sexta generación como PlayStation 2, Xbox y GameCube. A principios de los años 2000, los videojuegos eran mucho más analógicos que digitales, ya que el internet aún no había atrapado completamente a la industria.
De cualquier manera, la pregunta de qué tan viejo debe ser un juego o una consola para ser considerado “retro” no tiene una respuesta definitiva. Es un concepto que evoluciona con el tiempo y está influenciado por una variedad de factores, incluida la percepción del tiempo, la evolución tecnológica y cultural, y las experiencias individuales de los jugadores. Sin embargo, independientemente de su clasificación como retro, estos juegos y consolas continúan ejerciendo un poderoso efecto en la comunidad gamer y siguen siendo apreciados y disfrutados por generaciones de jugadores.